![]() |
Imagen: aletia |

Beneficios del ejercicio físico
EROSKI CONSUMER-Por MONTSE ARBOIX.- La práctica regular de ejercicio físico, sobre todo si es aeróbico, fortalece el corazón y mantiene a raya el sobrepeso y la obesidad ya que, además de quemar calorías, reduce el apetito. También disminuye las cifras de presión arterial y eleva los niveles de HDL (colesterol bueno). Además, mantiene el sistema musculoesquelético en las mejores condiciones de fuerza, elasticidad, flexibilidad, estabilidad postural y de percepción y aumenta la capacidad pulmonar. Por eso, la actividad física tiene un impacto positivo en la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el asma, la osteoporosis, la obesidad e, incluso, en determinados tipos de cáncer.

Cuando el deporte se convierte en peligroso
Pero el ejercicio físico se vuelve peligroso cuando es mal entendido o practicado. Puede poner en riesgo la salud porque se producen lesiones físicas de diversa gravedad o por el desarrollo de obsesiones e, incluso, depresión. Marisa Navarro, doctora en Medicina y psicoterapeuta, concreta un poco más: "Los casos en los que la práctica del deporte puede poner en riesgo la salud son, por ejemplo, cuando se hace de forma compulsiva y se dedica a él todo el tiempo libre. Está claro, el deporte enriquece, pero hay que cultivar tanto el cuerpo como la mente y no descuidar la práctica de otras actividades".
En términos médicos, el trastorno derivado de la obsesión por el deporte se denomina vigorexia, una situación que viene derivada de problemas de baja autoestima y de tener una visión del cuerpo que no gusta.
Además, "dada la propia exigencia y las aspiraciones tan elevadas, los afectados son propensos a sufrir lesiones físicas que pueden empeorar más aún su estado, cuando les aparta, temporal o definitivamente, de sus aficiones", explica la doctora Navarro.

También es un inconveniente primar el beneficio estético sobre el beneficio del deporte en la salud. Buscar solo un modelo corporal concreto, muy delgado o musculado, basado en ciertos cánones predeterminados es perjudicial. Cada persona es diferente y tiene una estructura ósea, unos músculos y un metabolismo determinado, y puede que nunca se llegue a alcanzar ese "ideal tan concreto". Esto provoca obsesiones por defectos, por norma general, imaginados. A este trastorno se le denomina dismorfofobia.
Por último, otro peligro es no acompañar el ejercicio con una pauta de alimentación equilibrada. "El hecho de haber salido a correr, nadar, pasear, etc. no significa que se tenga vía libre para no cuidar otros aspectos de nuestra vida. No se trata de perder calorías por un lado, para ponerlo como excusa e ingerir demasiadas grasas, azúcares o alimentos procesados por el otro, porque las malas prácticas alimenticias acaban generando alteraciones metabólicas y hormonales", advierte la experta.
Deporte: señales de peligroEntonces, ¿qué señales pueden alertar de que se está convirtiendo en una obsesión? Navarro apunta que hay que sospechar cuando:
* La persona ocupa todo su tiempo en sus prácticas deportivas y abandona otras actividades que antes le parecían satisfactorias.
* La actividad física provoca que deje de relacionarse con los demás y se aísle.
* La persona se fuerza a realizar determinados ejercicios o marcas para los que no está preparada o que superan sus condiciones físicas.
* Se nota deprimida por no haber podido llevar a cabo la práctica deportiva.
* Está obsesionada por su cuerpo y su peso y hace constantemente ejercicio para muscularse o adelgazar.
Recomendaciones para practicar ejercicio físico con salud
No hay comentarios.:
Publicar un comentario