
Sin presiones y libre de ataduras, Al-Attiyah superó primero a Loeb y después a Peterhansel. Monsieur Dakar, que hasta entonces luchaba a brazo partido con su compañero de equipo, decidió levantar el pie al final de la etapa y dejaba escapar algunos minutos con intención de mantener la cabeza fría y proteger el motor en previsión de un final de rally que, de momento, se presenta poco diáfano.
Por su parte, Loeb ha intentado
seguirle el ritmo al piloto oficial de Mini, pero ha faltado un pelo
para que acabara perdiéndolo todo de verdad.
A dos kilómetros de
meta, una pieza de la transmisión de su DKR 2008 pasaba a mejor vida
y el alsaciano ha tenido que cruzar la línea de meta a remolque
gracias a la ayuda providencial de Cyril Despres.
La prueba de que el
nonacampeón del mundo ha arriesgado al máximo sin medias tintas es
que, a pesar de la avería y de verse remolcado, ha llegado con
1'09'' de ventaja sobre Stéphane Peterhansel.

En la categoría de motos, Toby Price (KTM), líder de la general, también ha seguido controlando hoy a sus rivales. El australiano ha seguido el ritmo de sus adversarios antes de meter cuchara en la segunda parte de la etapa. Esta tarde, el piloto oficial de KTM ha engordado su ventaja y cuenta ya con más de 35 minutos de ventaja sobre Štefan Svitko. Por su parte, Paulo Gonçalves (Honda) se ha visto obligado a abandonar por culpa de una caída.
Ahora bien, el duelo que ha centrado todas las miradas ha sido sobre todo el de Antoine Méo, cuarto en la general esta mañana, con Pablo Quintanilla, tercero. Separados por 1'15'' al tomar la salida, los dos pilotos han combatido en buena lid. Aunque en algún momento de dificultad se ha pensado que Méo acabaría por capitular, el francés ha acelerado el ritmo aprovechando los problemas del chileno con el freno trasero.

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