Laura Orjuela/Liga Argos FUTSAL.- Se acabó la ilusión para la Selección Colombia. En los octavos de final de la Copa Mundial de Fútsal de la FIFA Colombia 2016, la tricolor tuvo que decir adiós. Luego de un sufrido compromiso, en el que enfrentó a un aguerrido Paraguay, se necesitaron los penaltis para definir el clasificado. El combinado patrio no contó con suerte. Esto dijeron los protagonistas:
Tristes por la derrota porque nos vamos con un sueño por cumplir, pero con mucha tela por cortar. Esto no termina acá, seguimos trabajando. Hoy nos tocó a nosotros y vamos para adelante. Nosotros no nos vamos a detener por este paso en falso que dimos.
Cuando se gana, siempre hay sobrecupo en el bus de la victoria. Cuando se pierde, ya me van a sacar. Eso lo decide solamente el comité ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol. Yo no me meteré en eso. La decisión que ellos tomen, será acatada. El ciclo creo que no se cumple. Son dos mundiales. Todavía en Colombia no conocen el fútbol sala.
Camilo Reyes, lateral de Colombia:
Nos enfrentamos a un gran Paraguay, que hizo las cosas de la mejor manera, por eso salieron victoriosos. Sabíamos que debíamos manejar la marca, tenerles la pelota, nos equivocamos en algún tramo del partido. Pero aun así continuamos con el 0-0. Ya después, la tanda de los penaltis es para el que Dios quiera.
Sabíamos que iba a ser un partido bastante difícil. Fueron 50 minutos de posesión nuestra, creo que tuvimos la tranquilidad necesaria. Lastimosamente creamos muchísimas situaciones de gol y no podíamos concretarlas. Pasaba el tiempo y nosotros seguíamos insistiendo, pero también debíamos tener cuidado de no dar un contraataque porque sabíamos que si lo dábamos, corríamos el riesgo de recibir un gol.
Creo que en los penales se hizo justicia, porque fuimos el equipo que más buscó la victoria. Estoy muy contento por el resultado, estamos entre los ocho mejores seleccionados del mundo. Muy orgulloso del equipo, porque realmente tenemos 14 jugadores, 14 leones que corrieron estos cuatro partidos como nunca.
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