"Se parará el torneo hasta que exista una solución y los jugadores no participarán de la convocatoria a la selección", afirmó en conferencia de prensa en la ciudad de Santa Cruz (este), David Paniagua, asesor legal de Fabol, citado por la radio privada Fides.
El acuerdo inicial con los dirigentes era que se cumpla con ese compromiso, tras el retorno del seleccionado de Estados Unidos, donde disputó un amistoso el viernes 4 de este mes, frente a Argentina, que la goleó 7-0.
Paniagua insistió que "la Liga (del Fútbol Profesional Boliviano) ha manifestado que estaba imposibilitada de cumplir con los compromisos, por lo tanto el torneo se paraliza" y que "el paro no es responsabilidad de Fabol, es (por la) irresponsabilidad de la dirigencia" del fútbol.
La selección, de acuerdo a estimaciones iniciales, debe iniciar su concentración el domingo 20 de este mes, para su primer partido oficial de local el 8 de octubre ante Uruguay, por las eliminatorias sudamericanas para Rusia 2018.
La 'verde', posteriormente, debe desplazarse a Quito, para su segundo partido ante Ecuador.
La medida también amenaza la octava fecha del fútbol que se debe realizar del jueves al domingo, con seis partidos.
Los futbolistas han amenazado y cumplido en los últimos años varias huelgas, bajo el mismo reclamo económico.
La protesta se produce en medio de la peor crisis del fútbol boliviano, tras la detención en julio pasado del ahora expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol y tesorero de la Conmebol, Carlos Chávez, por una investigación local de la justicia por supuesta corrupción.
La crisis también afectó la dirección de la selección, pues a mediados de agosto dimitió el timonel Mauricio Soria y su sucesor Julio César Baldivieso fue designado recién a fines del mes pasado.
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