El juez que preside el tribunal, Mohamed al Said, dictó
sentencia después de haber recibido la opinión no vinculante del mufti de
Egipto, máxima autoridad religiosa del país, Shauqi Alam.
Contra la pena de
muerte impuesta se pude presentar una apelación. De los once condenados a la
horca, uno fue juzgado en rebeldía. El juez leyó sus nombres así como sus
alias, lo cual hace suponer que son miembros de las agrupaciones
"ultras".
Sangriento
enfrentamiento
Los hechos ocurrieron en febrero de 2012, en el estadio de
Port Said, en el norte de Egipto. Seguidores del club local Al Masri se
enfrentaron con los del club rival, Al Ahli de El Cairo, en momentos de una
tensa situación política en el país.
Los fans de Al Ahli estaban considerados la punta de la
lanza de la rebelión contra Hosni Mubarak, quien había sido presidente del país
durante décadas.
El director de la Seguridad de la provincia de Port Said, el
general Isam Edin Samak, y el jefe de la Policía de Medio Ambiente de Port
Said, Mohamed Saad, fueron condenados a cinco años de cárcel cada uno, por su
implicación en los disturbios, que tuvieron lugar sin que las fuerzas de
seguridad intervinieran. También fue condenado a cinco años de cárcel el
director ejecutivo del Club de Fútbol Al Masri.
Caso polémico
En febrero de 2014, el Tribunal de Casación anuló
anteriormente un primer fallo en el que se condenó a muerte a 21 acusados por
la conocida como masacre del estadio de Port Said.
El juicio tuvo que repetirse y el de hoy es el segundo
veredicto emitido en este caso, que ha sido muy polémico en Egipto y en torno
al que todavía existen muchas incógnitas sin resolver.
ER (dpa, efe)
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